YO GANO, TÚ GANAS

SOLUCIONES ALTERNATIVAS A LOS CONFLICTOS FAMILIARES

 

En todas las familias existen en algún momento conflictos. La dinámica familiar es compleja y los protagonistas de los mismos suelen variar, encontrándonos en ocasiones discusiones entre los padres, entre estos con los hijos o por el contrario entre hermanos.

Es inevitable que durante el día a día familiar surjan roces, ya que nos vemos expuestos amultitud de factores externos o internos que hacen que entre nosotros interactuemos, hablemos ydebatamos; pudiéndose generar discusiones al encontrarnos con opiniones diferentes.

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Los sentimientos que vivimos en estas situacionesno son agradables, generándose situaciones de estrés, incomodidad o incluso incidentes en los  casos más extremos donde la tensión es elevada.

El primer paso en el arte de resolver conflictos es considerarlos como una oportunidad para hablar y recapacitar, para escuchar y empatizar con la otra parte. Pueden servirnos de punto de inflexión para comprendernos y entendernos.

Para que una familia salga airosa de los conflictos es necesario mostrar los verdaderos sentimientos e intereses, sin posicionamientos ni alienaciones.

El siguiente cuento refleja una pequeña pelea entre hermanos. Viéndose la madre desbordada en un primer momento, termina solucionándolo de forma creativa.

Mis dos hijas (de 14 y 16 años) estaban peleando de nuevo! Esta vez discutían por la única naranja que quedaba en casa. Salomónicamente atajé aquel jaleo cortando la naranja por la mitad y ofreciendo una mitad a cada una de mis hijas.

Al parecer no fue una buena idea. Mi hija pequeña comenzó a llorar porque ya no podría hacerse un zumo, con media naranjano le llegaría ni para llenar medio vaso. Por el contrario, mi hija mayor comenzó a replicar, quería hacer una tarta de naranja y la necesitaba entera.

El alboroto estaba montado, era domingo y no había posibilidad de ir a comprar más piezas de fruta y decidiese lo que decidiese una de las dos iba a terminar llorando a beneficiar con la decisión a la otra.

Bufff, me senté a pensar que hacer, cuando de repente recordé un texto sobre los beneficios de la mediación, en él explicaba como simplemente hablando y preguntando por los intereses se podían llegar a acuerdos beneficios para todos.

Era el momento de probar algo diferente pensé, total no tenía nada que perder.

Me senté con la pequeña en la mesa. Me explicó que necesitaba la naranja para hacerse un zumo, se encontraba resfriada y un zumo le iba a sentar muy bien. A la charla se unió mi hija mayor. Esta explicó tranquilamente que necesitaba la corteza de la naranja para hacer una tarta para el cumpleaños a su mejor amiga. 

¡Eureka!, rápidamente ellas solas se dieron cuenta de que podían compartir la naranja, ya que cada una necesitaba una parte de ella. Se pusieron manos a la obra, e incluso hicieron juntas la tarta. Quién me lo iba a decir minutos antes que terminaríamos las tres compartiendo un bonito momento de repostería en la cocina.